Granaina
La granaína es uno de los llamados "cantes de levante". Se canta sobre una copla de cinco versos octosílabos que riman, generalmente, en consonante, primero, tercero y quinto y que, al cantarse, se suele convertir en seis, por repetición de uno de los dos primeros.
El ritmo es libre, dependiendo guitarrista y cantaor de un ritmo interno sobre el que realizan el cante. La falseta es bastante acompasada y rica en ornamentos de todo tipo. Al intérprete del cante se le exige una voz ágil y potente. Es de general opinión que el cante por granaínas se debe al aflamencamiento de un estilo de fandango popular de la comarca.
Suelen relacionarse con la granaína, además de Juan Breva, Frasquito Yerbabuena y Antonio Chacón a el Tejeringuero, Paquillo el Gas y el Calabacino, cantaores granainos de grandes facultades que, junto al citado Frasquito Yerbabuena crearon el material melódico sobre el que, posiblemente, se inspiró Chacón para crear su granaína. Después, al popularizar Chacón estos cantes, surgieron muchos cultivadores de los mismos, en el curso de los años 1910 a 1935. Como figuras importantes que sobresalieron por este estilo se pueden citar a Manuel Vallejo, Mojama, Cepero, Jacinto Almadén... En el caso de "Aurelio de Cádiz", generalmente, y para entonarse, acostumbraba a cantar una granaína antes de cantar la malagueña de Enrique el Mellizo. En la actualidad, y al contrario de lo que ocurre con el Cante de las Minas, la granaína se interpreta asiduamente en festivales flamencos y en actuaciones personales. Entre sus intérpretes más relevantes en el momento presente están José Menese, Calixto Sánchez, José Mercé o Enrique Morente.
La media granaína tiene un cante con igual copla y la misma medida que la granaína. Fue creación personal de Chacón y su nombre fue totalmente caprichoso. Se cuenta que Antonio Chacón, al querer transformar la granaína, buscando en ésta una mayor sonoridad, se le ocurrió llamarla así porque "como algún nombre tengo que ponerle le llamo media granaína". Posteriormente, Vallejo alargó excesivamente la media granaína, lo que dio lugar a que otros cantaores siguieran su ejemplo, alargando los tercios finales de este cante.
Se considera que la granaína es más sencilla y hermosa que la media granaína y que, interpretada por un buen cantaor, puede adquirir calidades casi de malagueña. En cambio, la media granaína es una canción afiligranada y preciosista que produce más admiración que emoción.
La Media Granaína