Soleares
Las soleas y las siguiriyas son las columnas fundamentales del flamenco. La copla romanceada y el trístico asonante de sus formas métricas. Cante riquísimo, se purifica en una inabarcable diversidad de especies, cuyos creadores fueron cien por cien, gitanos de Sevilla y Cádiz. Todas las experiencias, todos los sentimientos de la vidan nutren las letras de las soleares. Las hay sentenciosas como una máxima de Seneca y apasionadas como un fragmento de Safo. Desde su origen son cante bailable. Al final del siglo XIX se fueron tornando cante para escuchar, sin rehuir por eso su primitiva vinculación con la danza. Estos bailes se llamaban Jaleos, cuando los ejecutaban los hombres y Gelianas, cuando las bailaban las mujeres. Por todo esto, las Soleares más antiguas tienen un compás más ligero.
Cántase hoy una extraordinaria variedad. El maestro máximo es Antonio Mairena. Grandes soleareros son Juan Talegas, Pastora Pavón, Pepe Pinto, Manolo Caracol, Pepe de la Matrona, Fernanda y Bernarda de Utrera, Manolito de Angustias, Terremoto de Jerez, Fosforito, Manolo Mairena, Juan Peña, etc.